Siempre me ha parecido que al editar las fotografías estas pierden su esencia, que es capturar un instante de la realidad. Sin embargo, hace algunos días decidí editar algunas fotos que he tomado, sobre todo mejorar los contrastes, saturación y colores. Si bien es cierto que los colores son más vivos y las imágenes más llamativas, creo que dejaron de ser un reflejo de la realidad.
Por supuesto, hay escenarios en los que una cámara fotográfica no puede capturar y procesar correctamente la luz. A diferencia del ojo humano ella no puede adaptarse para ver con la exposición adecuada en un plano donde hay mucha claridad y a la vez sombras. Quizás esto quiere decir que la foto no es buena, que la luz no es adecuada, y que en sí la edición sirve de justificante para tomar fotos sin calidad.1
Sin embargo, hay ocasiones donde la edición, incluso al punto de perderse la realidad por completo, está justificada. En estos casos no se busca capturar la realidad, sino expresar un punto de vista o sentimiento del autor. Sería, creo yo, una forma de expresión entre la fotografía y las artes plásticas.
Otro tema que encuentro interesante es que las fotografías en blanco y negro parecen tener más fuerza que las de color. Ejemplos claros son las siguientes tomas, que de haber sido en colores serían demasiado ruidosas, al menos en mi opinión.
Un ejemplo claro de la fuerza del blanco y negro, incluso de la edición utilizada en forma de expresión artísticas, son las imágenes de Olga Karlovac. A esta artista la encontré a través de un post de John P. Weiss hoy 15/04/2023, y me hizo recordar unas fotos que yo había tomado hace algún tiempo atrás.

Dispersión

Reflexión
Notas
-
Es cierto que en ocasiones hay que corregir los colores que la cámara no tomó bien. ↩︎