Reconocer que nada es blanco y negro en temas subjetivos puede ser complicado. Incluso una vez que se ha reconocido, aplicarlo en el día a día no es trivial, pues supone cambiar un estado mental y nuestra respuesta a determinados estímulos. Para una persona dada a los extremos esto es aún más complicado.

¿Cómo curarse el monocromatismo? y comenzar a ver en colores.

Orden

Recuerdo que en la universidad cada vez que comenzaba un nuevo curso pasaba horas descargando a 10 kbps cinco, seis, siete libros sobre cada materia. Hoy me doy cuenta que tener toda esta información en las manos me hacía sentir, inconscientemente, más instruido. Estaba seguro que si algo no se entendía en los libros del programa de estudios, en estos que yo había descargado estaría explicado para niños de primaria. Por supuesto, no los utilizaba nunca, y si lo hacía era sólo para confundirme debido a que cada uno de ellos empleaban terminologías distintas.

Una vez terminada la carrera vine al Doctorado. Yo había estudiado Ingeniería Nuclear, con un sólo semestre de Química General en el plan de estudios. Creo que fue la asignatura a la que menos tiempo se le dedicó, incluso menos que a Filosofía Marxista-Leninista y Economía Política del Socialismo. Además, la asignatura que menos me gustó —en realidad, que más me disgustó— durante la carrera fue Física Cuántica, no por la asignatura creo yo, sino porque coincidió en tiempo con un período de obstinación, cansancio y rebeldía. Como no podía ser de otra forma, el Doctorado que pude conseguir fue de Química Cuántica. Aún hoy, tengo que confesar, sigo sin saber ni química ni física cuántica 😌.

Volviendo al tema, esta vez no fue distinta, y ahora con velocidades de descarga de 500Mbps e impresoras, me di a la tarea de descargar, imprimir y encuadernar los libros que me harían entender de lo que hablaban mis tutores y qué estaba haciendo yo aquí. Está de más decir que salvo cuatro páginas de uno de ellos, las otras siguen vírgenes.

Con el software me ha sucedido algo parecido. En el primer semestre de la carrera nos enseñaron a trabajar en Linux, con LaTeX, GNUPlot, y sóftware libre en general. Desde aquel entonces soy el único de todo el grupo que los utilizaba y aún hoy utiliza in a daily basis. En un inicio lo hacía porque Linux era más llamativo que el Windows que todos tenían y porque además podía trabajar con la terminal. Recuerdo el fondo de pantalla que decía: Where there is a shell, there is a way. Además no se me infectaba la computadora con virus como “A recogerse.”1

Si dejamos de lado algún que otro rm -rf mal dirigido, Linux y el software libre han sido realmente de gran valor. El problema surge cuando para hacer un informe de dos páginas o una presentación sin importancia utilizas LaTeX. Además, el problema se complica cuando no te conformas con el estilo que está implementado por defecto, sino que quieres hacer una tabla de contenido (para tres encabezados) con colores, cambiar la sangría, y la numeración ponerla en números romanos.

Indecisión

Las herramientas existen para facilitarnos el trabajo, y no deberían utilizarse para complicarlo. El único propósito de su existencia es ayudarnos a hacer algo útil. Sin embargo, en muchas ocasiones esto se me olvida y utilizo herramientas inadecuadas que me consumen demasiado tiempo.

Recientemente he estado escribiendo con Obsidian, Logseq, Denote en Emacs, Org-roam en Emacs, Zettlr y Vim. Siempre buscando cuál es el perfecto, el que me va a hacer pensar más claro y producir más:

  • Obsidian no es software libre.
  • Logseq está basado en Electron y eso dice alguien en reddit que es malo.
  • Denote no tiene forma de visualizar el gráfico de notas conectadas.
  • Org-roam está basado en una base de datos, a diferencia de Denote.
  • Zettlr es como Denote, pero con menos funcionalidades y futuro.

Siempre hay algo que me hace querer cambiar de uno para el otro, sin realmente producir algo. Es como tener que desmontar una casa de madera, pero pasarse el día lijando y haciendo brillar al martillo que vamos a utilizar. Sólo para luego oír que es mejor un pie de cabra, comprarlo y emplear los días tallándole el cabo. Siempre buscando la herramienta perfecta, sin reconocer que lo importante es hacer el trabajo.

Con este sitio web me ha sucedido lo mismo. ¿Debería tenerlo en un servidor virtual privado pagando todos los meses? ¿Debería tenerlo en WordPress? ¿Debería tenerlo en GitHub pages? ¿Debería tenerlo en Blot? ¿El diseño debería ser simple o complejo? ¿Debería escribir los artículos con un editor de texto utilizar Logseq-Schrodinger? Todas preguntas que me han “atormentado” en los últimos meses sin que haya dedicado tiempo alguno al verdadero propósito del sitio: escribir.

Caos

Sin embargo, desde hace varios días me he dado cuenta de que estas preguntas son triviales y nunca llevarán a nada más que a hacerme perder el tiempo y energía mental. Por supuesto, esto es un proceso constante en el que avanzo y retrocedo, avanzo y retrocedo. Quizás en el futuro cambie una vez más de una herramienta para otra, lo que si creo que no haré es dedicarle demasiado tiempo al cambio en sí.

Hay belleza y propósito en el caos. Por este motivo estoy utilizando Logseq y la funcionalidad del Journal para recopilar toda la información que leo y encuentro interesante. Sólo hace una o dos semanas que estoy haciendo esto y ya me ha servido para encontrar información de manera rápida y precisa.

Con Emacs todo de lo que tomase nota me parecía que tenía que tener un propósito. Esto creo que me estuvo limitando mucho.

Sentido común

Por supuesto, y como en todo, el sentido común es muy importante. Por ejemplo, en mi posición, no creo que utilizaría nunca un software de código cerrado sobre una alternativa libre aún si el primero ofrece muchas ventajas. La clave está en darse cuenta que no tenemos que intentar hacer con el segundo exactamente lo mismo que con el primero. Utilizar las funcionalidades propias del software libre para realizar la tarea, esa es la clave: realizar la tarea. No importa realmente si con PowerPoint se hacen mejores animaciones que con Impress, o si Excel se ve más bonito que Calc, o si puedes utilizar Adobe Lightroom en lugar de GIMP y RawTherapee. All of them get the work done. Incluso me atrevo a decir, y por supuesto ya esto es muy parcializado, que las herramientas libres lo hacen si no igual, mejor, a la vez que respetan a los usuarios.

En resumidas cuentas

Esto no es el más que suene, vamos banco a banco a ver quién es el más que tiene.

— Daddy Yankee

Nunca encontraré (encontrarás) el software perfecto para hacer algo, generalmente se complementan y mientras que unos son muy buenos en algo, otros son buenos en otras cosas.

Elige siempre software libre mientras puedas, pues este lleva consigo un valor intrínseco que es que las personas que lo han diseñado y han empleado enormes cantidades de tiempo haciéndolos, te han tenido en cuenta a tí como persona y no simplemente como un bien.

Hoy (15/04/2023) me he encontrado con este post de John P. Weiss, y describe, quizás con mejor estilo, la discusión aquí presentada.

Notas


  1. Este fue un virus que se esparció, al menos en mi Universidad, y que todos los archivos multimedia que tuvieses en la PC los destruía y en su lugar ponía un extracto de una canción popular del momento que decía “a recogerse”. ↩︎

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